KATH
¿QUE ES ?
La planta de khat (Catha edulis) es una fanerógama que mide entre 1, 5 y 20 metros, dependiendo de las precipitaciones.
SUS EFECTOS
Sus efectos son estimulantes. Producen en la persona una sensación de alegría, de lieberación, acompañada de extrema locuacidad, risas, y finalmente degenera en un estado de semicoma. Usado de manera permanente, puede desembocar en un caso de delirium tremens. Entre sus otros efectos secundarios se advierte de cáncer oral y gástrico, hemorragia cerebral, hipertensión, degeneración de los genitales, y una adicción similar, por intensidad, a la de la cocaína.
MODO DE CONSUMICIÓN
La planta, una vez cortada, no mantiene sus propiedades psicotrópicas más de dos o tres días, así que los consumidores tienen que darse prisa y tomarla fresca. Agarran los tallos y los mastican, como si de hojas de coca se tratase. La primera sensación es de 'risa tonta'. Luego, más tonta todavía. Locuacidad tal vez. Brotes de euforia incluso. Hasta que llega el 'bajón' y el consumidor queda un estado de estupor y luego totalmente narcotizado. Si la dosis es muy alta, el consumidor cae en una especie de estado de semicoma.
¿QUE ES ?
La planta de khat (Catha edulis) es una fanerógama que mide entre 1, 5 y 20 metros, dependiendo de las precipitaciones.
SUS EFECTOS
Sus efectos son estimulantes. Producen en la persona una sensación de alegría, de lieberación, acompañada de extrema locuacidad, risas, y finalmente degenera en un estado de semicoma. Usado de manera permanente, puede desembocar en un caso de delirium tremens. Entre sus otros efectos secundarios se advierte de cáncer oral y gástrico, hemorragia cerebral, hipertensión, degeneración de los genitales, y una adicción similar, por intensidad, a la de la cocaína.
MODO DE CONSUMICIÓN
La planta, una vez cortada, no mantiene sus propiedades psicotrópicas más de dos o tres días, así que los consumidores tienen que darse prisa y tomarla fresca. Agarran los tallos y los mastican, como si de hojas de coca se tratase. La primera sensación es de 'risa tonta'. Luego, más tonta todavía. Locuacidad tal vez. Brotes de euforia incluso. Hasta que llega el 'bajón' y el consumidor queda un estado de estupor y luego totalmente narcotizado. Si la dosis es muy alta, el consumidor cae en una especie de estado de semicoma.
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